Un problema del verano a causa de un descuido o negligencia ocurre cuando un perro queda encerrado en un coche con las ventanas cerradas. Uno piensa que ese trámite de oficina le llevará quince minutos como máximo y se demora en proporción al tamaño de la burocracia, o dejó el auto estacionado en la sombra pero el planeta en movimiento cambió la situación y ahora está al rayo de sol.
Es el llamado “golpe de calor” o choque calórico. El cuerpo es una máqina maravillosa, diseñada para mantener un equilibrio dinámico dentro de ciertas variables fuera de las cuales la vida de ese organismo no sería  posible y nos referimos en particular a la regulación de la temperatura. Hay bacterias que resisten calores extremos, bacterias que no se matan con temperaturas de ebullición, se las llama bacterias hipertermófilas. Algunas viven en los volcanes del fondo del océano soportando además exposición a químicos tóxicos y condiciones imposibles y ellas, tan campantes. Pero un simple  encierro en un auto, sin ventilación y la temperatura cercana a 30-32°C para un perro, conduce en poco tiempo a una cocción a fuego lento de su cerebro. Algo parecido a una insolación de playa pero en tiempo breve. 

Una droga de síntesis relacionada a los ambientes de música electrónica, el Éxtasis, por la euforia que produce, el ejercicio intenso por horas, sumada a la deshidratación y una susceptibilidad individual exagerada, puede conducir también a un golpe de calor con riesgo inminente de daño cerebral, aún en invierno y lejos de los efectos del astro rey, en los alegres bailarines.

El golpe de calor ocurre también en esos casos en que un animal viaja un trayecto largo en condiciones no convenientes (la bodega no ventilada de un ómnibus) en días de calor extremo, o mucho más raro el caso pero puede sucederle a un  gato que lo bañan, situación poco frecuente y lo secan con un soplador ruidoso y caliente, uno de los acontecimientos más estresantes que le pueden tocar vivir a un gato nervioso.

Factores de riesgo aumentado tienen los perros excitables, nerviosos, con sobrepeso, cachorros o perros viejitos y los de raza de hocico corto (Boxer, Pequinés, ShihTzu y Bull dog). Estos pacientes en las condiciones descritas precisan asistencia inmediata; no se demore, o mejor aún, cuídese de que no le sucedan éstas emergencias, tomando las previsiones del caso.

Pablo Butler